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La actualización de nuestra web nos ha abierto la posibilidad de inaugurar un nuevo medio de comunicación con nuestros pacientes.

La idea es transmitir nuestra manera de enfocar los problemas, más o menos graves, o simplemente leves, pero que afectan lo suficiente a una persona como para que se tome la molestia de venir a consultarnos.

Nuestra consulta es un centro de atención primaria en Otorrinolaringología. Afortunadamente son una minoría los pacientes que requieren una atención multidisciplinar en un gran centro hospitalario, y en estos casos nuestra función es diagnosticar la enfermedad y aconsejar, según nuestra más sincera opinión, donde y como serán mejor atendidos.

En la gran mayoría de casos nos encontramos patología mucho menos “espectacular”, pero no por ello menos problemática: no mata, pero afecta claramente a la calidad de vida del paciente, y podemos diferenciar las enfermedades agudas y aisladas de las crónicas, que se alargan en el tiempo o van reagudizándose constantemente. Las primeras, las agudas, son de tratamiento habitualmente definido, con facetas discutibles, pero bien establecidas. Las segundas, enfermedades crónicas o repetitivas, presentan problemas diagnósticos y terapéuticos mucho más difíciles: juegan factores constitucionales, ambientales, dietéticos, psicológicos,…., la patología de un sistema (digestivo por ej.) afecta claramente otras zonas del organismo (la nariz, por ejemplo), y esto complica sumamente el planteamiento del caso.

Después de más de cuarenta años atendiendo personas con patología ORL, tengo la convicción de que con química o cirugía no resuelvo el problema a más de la mitad de mis pacientes. Esto me ha llevado a explorar otras técnicas terapéuticas, tan denostadas por algunos en nuestro medio, pero tan bien consideradas en otras culturas, incluso en algunas no tan alejadas de la nuestra (pensar en homeopatía en Francia o Alemania, terapias osteomusculares en USA, medicina oriental, etc., etc.) y se ha abierto un campo inmenso para tratar patologías tan banales como el exceso de moco en los niños, las molestias óticas o faríngeas en infinidad de adultos, y más, más, más.

No pretendemos en este blog hacer una divulgación teórica de patologías ya muy publicadas. Pretendemos abrir líneas de reflexión para que el paciente participe en el diagnóstico de su afección, que nos pueda ayudar aportando no solo su sintomatología local, sino alguno de los múltiples factores que pueden influir en su estado, y de esta manera poder acercarnos a una mejora en su calidad de vida. Así pues, intentaremos relacionar las afonías con el estrés, o la leche con el moco, o los oídos tapados con contracturas musculares, etc.

Hasta la próxima.

Dr. José Javier Viscasillas Seguí

Director médico. Centre Viscasillas ORL