Tengo una parálisis de la cuerda vocal
Una causa poco frecuente de afonía (los otorrinos lo llamamos «disfonía») o de trastornos de voz es lo que se llama la «parálisis de cuerda vocal».
La voz es el sonido que emitimos al hablar. Éste está originado por el aire que expulsamos desde los pulmones y que pasa a través de la laringe haciendo vibrar las cuerdas vocales. Las cuerdas son estructuras musculares que, semejando dos cuerdas, se juntan y contactan entre sí cuando queremos hablar, y se abren para permitir el paso del aire a los pulmones cuando inspiramos. Cómo todos los músculos, se necesita un nervio que envíe los impulsos eléctricos para estimular su movimiento. Este nervio se llama nervio recurrente y tiene un trayecto muy curioso. El nervio nace de otro nervio más grande llamado nervio vago que sale desde el cerebro y desciende por el cuello y el tórax hasta el corazón y el diafragma. A nivel del tórax nace el nervio recurrente, que asciende de nuevo hacia el cuello hasta alcanzar la laringe y las cuerdas vocales. Hay un nervio recurrente derecho y otro izquierdo.
La lesión del nervio recurrente o del nervio vago va a impedir que los impulsos eléctricos lleguen a las cuerdas vocales y va a provocar su parálisis. Según el tipo y la localización de la lesión la cuerda afectada quedará en posición abierta o cerrada. En caso de quedar la cuerda abierta el paciente tendrá un problema de voz muy floja, como con muy poca potencia, y tendencia a atragantarse. En caso de quedar cerrada, habrá muy poca afectación en la calidad de la voz pero el paciente puede tener cierta dificultad para la respiración (está dificultad será severa y grave en caso de que se paralicen las dos cuerdas en posición cerrada).
La tres causas más frecuentes de parálisis de cuerda vocal son los tumores malignos en el cuello o el tórax (cáncer de laringe o cáncer de pulmón, por ejemplo), las lesiones quirúrgicas (cirugía cervical o cirugía tiroidea) y la causa desconocida o idiopática.
Existen diversos tipos de tratamientos para la parálisis de cuerda vocal y éstos se decidirán en función del tipo de parálisis y la afectación clínica del paciente. En general se empieza con un tratamiento logopédico y posteriormente se valoran opciones de tratamiento quirúrgico en caso de ser necesario. Para las parálisis en posición cerrada será necesario «abrir» el espacio entre las cuerdas para mejorar la capacidad respiratoria. En las parálisis abiertas, serán necesarias técnicas que favorezcan el contacto entre las cuerdas y que posibiliten su correcta vibración.
Aquí os dejo un enlace a un vídeo donde muestro una de las múltiples técnicas quirúrgicas que existen para el tratamiento de esta patología. En ella lo que hacemos es acceder a las cuerdas vocales a través de la boca mediante un tubo y luego inyectar una sustancia para aumentar el volumen y tamaño de la cuerda vocal paralizada en «abierto»(la izquierda) para favorecer el contacto con la cuerda móvil (la derecha).